Nuestros Artistas: Jorge Ché Sareli



Jorge "Che" Sareli, de nombre real  Jorge Jacobo Tufic, hijo de inmigrantes libaneses, nació en Minatitlán, Veracruz, México, en el año de 1921 (de acuerdo a la SACM ).


Vivió en Orizaba Veracruz entre los años 1930-1940, al parecer es en esta época cuando viaja a la ciudad de Buenos Aires, Argentina para aprender a cantar el tango. De ahí se traslado a la ciudad de México en donde bajo el nombre de Che Sareli inició su carrera como cantante de tango en la radiodifusora XEQ durante la década de los 40s cantando al estilo de Carlos Gardel.

Jorge el Che Sareli fué uno de los mayores exponentes de la corriente del Tango en México.

En 1948 incursiona en el cine actuando en la cinta Abismos de Amor (La Vorágine), dirigida por Miguel Zacarías, paisano de el Che Sareli, también hijo de inmigrantes libaneses.


Sin fecha cierta se sabe que Jorge asistió a el 1er Concurso Mundial de Tango en Argentina compitiendo contra los propios argentinos ganándolo, se dice que fué entonces que eligió su nombre artístico de Jorge el Che Sareli.



Otras películas en las que actuó Jorge Che Sareli: As Negro (1954) con Fernando Méndez como director, Si Me Han De Matar Mañana (1946) con Miguel Zacarías como director, Pompeyo El Conquistador (1953) con René Cardona como director y La Noche Es Nuestra (1952) con Fernando A. Rivero como director.

Escribió tres libros El Libro Mayor del Tango (Ed. Diana-Mexico, 1974), El Tango A Través Del Tiempo (ED. Diana-México, 1992) y Tango Música Sin Fronteras (Fundación Ingeniero Alejo Peralta y Díaz Ceballos, México D.F., 2001).









La noche del siete de agosto de 1972, rememora Sareli en su “El tango en México”, “La posada de Leo”, a través de su dueño Luis Medina, le rindió un homenaje por sus veinticinco años como cantor. Una pléyade de artistas fue convocada al evento. Entre ellos, Mariano Mores, su hijo Nito y su orquesta. Al filo de las dos de la mañana el espectáculo de los Mores dio inicio. A la mitad del mismo, Mores entregó a Sareli un pergamino y propuso la entrega posterior de una medalla que se llevó a cabo en el restaurante Cardini Internacional tiempo después. No todos los días un mexicano de la guardia vieja de la radio y la televisión cumplía veinticinco años divulgando el tango con su personalísimo estilo.

La entrega de la presea, recordaría Sareli en su libro, se llevó a cabo con el fondo musical de un tango. Luego, Mores invitó a cantar al laureado.

“Jamás en mi vida había cantado acompañado de un marco musical extraordinario, como es la formidable orquesta de Marianito Mores” dice Sareli; “interpreté ‘Caminito’ y ‘Cuesta abajo’; el público me aplaudió insospechadamente…”.

En alguna parte del vasto universo de la música, Mores ha sido recibido por Sareli. En alguna parte del universo, los tangueros, tarde o temprano, se encuentran y el sonido Mores enmarca el momento pues al final, “Uno busca lleno de esperanzas/el camino que los sueños/prometieron a sus ansias”. Como Mores, como Sareli… Personajes epónimos de un tiempo que no volverá.

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